Estos nuevos tiempos en que la tecnología ingresa, fluye y está llevando los negocios a otro nivel, hacen repensar a los directores de empresas medianas y grandes, nuevas formas óptimas de liderazgo para mejorar sus procesos, el coworking, la asignación de labores y los nuevos espacios virtuales de trabajo.
La oficina, el gran edificio o la gran fábrica, dejan de ser el elemento céntrico donde el empleado acude y permanece determinadas horas para cumplir objetivos (sea cual fuere su área de desempeño), supervisado muy de cerca por sus jefes inmediatos, este es un proceso muy similar al que se hacía en la revolución industrial.
Los líderes y jefes de área deben visualizar nuevos escenarios para mantener la buena relación de los trabajadores, mejorar el rendimiento y llegar a los objetivos del área o de la organización. El email y los smartphones ya habían anunciado cierto alejamiento de las áreas de ventas de los grandes edificios para optimizar su trabajo. Ahora, la localización física de recursos pasa a un segundo plano con tecnologías como la nube, los software online de gestión de proyectos, la geolocalización y hasta las reuniones de trabajo con herramientas gratuitas como Skype, Google Hangouts, TeamViewer o Whatsapp que ya no diferencian a las empresas como innovadoras, sino como una organización que se adapta, minimiza costos y da más movilidad y “libertad” a sus empleados para hacer ajustes en procesos o tomar decisiones en tiempo real.
Si todo ese proceso logra ejecutarse de manera exitosa, el reto radica en mantener unida la organización, evaluar el desempeño de sus trabajadores, mantener la relación de liderazgo, llegar a esa exacta confianza entre líder-empleado, empleado-líder y empleado-empleado, manteniendo una fluidez en el ADN, los valores, las políticas en toda la organización y haciéndolas así sostenibles en el tiempo. Todo un reto que puede vislumbrarse con líderes de una nueva visión, no solo enfocada en la optimización de costos o en el enfoque tibio de innovación pensada como la simple adquisición de aparatos tecnológicos. Son necesarios nuevos talentos y nuevos procesos para gestionar esos talentos, solo así se mantendrán a flote las organizaciones y corporaciones de hoy. El líder de estos tiempos ya no puede ser más el líder con criterios de hace una década.
Estos temas deben hacer reflexionar al directivo o emprendedor que diseña hoy su organización: ante nuevos consumidores, nuevas organizaciones y, ante nuevas organizaciones, nuevas personas, nuevos mindset, nuevos criterios y nuevos procesos.